Una variante actual, más liviana y fresca, de las clásicas quiches francesas.
Su masa es crujiente y su relleno cremoso con notas intensas a queso Azul, combinadas con la dulzura del zapallo. Servir recién horneadas, como aperitivo, o entrada, o incluso como plato de fondo con una buena ensalada.
Para preparar, hornea primero el zapallo o dóralo en una sartén gruesa, hasta que quede blando y dulce.
Saca la masa brisée del frio y dispón cuidadosamente sobre una superficie enharinada. Recorta las tartaletas con un molde redondo. Usa moldes de cupcakes para lograr bordes bien levantados. Los moldes deben estar cuidadosamente enmantequillados y enharinados.
Refrigera la masa de las mini-quiches en su molde mientras preparas el relleno.
Hornea o dora láminas de zapallo y dispón en cada molde. Vierte la mezcla de relleno. Decora con una ramita de tomillo fresco.
Mezcla la crema con los huevos, agrega la sal, la pimienta, y el queso Azul cortado en cubitos muy pequeños.
Rellena las mini-quiche y agrega 1 cucharadita de Reggianito rallado en la superficie, para que doren mejor.
Hornea a temperatura mediana hasta que la masa esté bien hecha y la superficie quede dorada. Para asegurar que el relleno esté a punto, introduce un pincho de madera. Debe salir húmedo pero limpio.
Sirve con un Late Harvest bien frio.
Los vinos dulces destacan la personalidad del queso Azul.

Los quesos Azules deben abrirse unos 30 minutos antes de servirlos. Así resaltarán sus aromas y sabores.